Los Feminicidios en República Dominicana

           Nuestro País está considerado como uno de los países con mayor numero de feminicidios al año en América Latina y el Caribe, por lo que muchos lo han considerado como ``Una tragedia Nacional``.

              La violencia intrafamiliar en la República Dominicana deja alrededor de 800 niño/as en la orfandad cada año  y en el transcurso de este año van alrededor de 480 niños/as huérfanos/as, según datos de la Fundación ``Vida sin Violencia``. Estos sucesos han arrastrado la vida de 146 mujeres hasta la fecha.

            Estas muertes han sido causadas con  armas de fuego, armas blancas, garrotes, agresiones físicas, etc. Dejando lesiones permanentes antes de que fueran asesinadas, aunque muchas de ellas acudían a las autoridades correspondientes y no le ponían atención a sus peticiones.

            Las  denuncias de agresiones, ataques e intento de feminicidios pasan de 3,500, según la Fiscalía del país, aunque el 80% de las agresiones se mantienen en silencio.

En la mayoría de los casos el presunto agresor resulta ser el marido o ex pareja de la víctima. Estos no  toman en cuenta los daños psicológicos que le pueden producir a sus hijos/as, trayendo como consecuencia una depresión emocional para luego caer en una indisciplina y terminando en la violencia, el niño vive en un sin números de emociones negativas como el odio, rencor, la ira y la impotencia.

Hoy en día diferentes organizaciones, universidades  e instituciones han realizados marchas y protestas para hacerle un paro ha esta tragedia en nuestro país. La sociedad en general le ha pedido al gobierno y a las autoridades que tomen  mayor atención a este problema social, que asigne un fondo especial para ofrecer protección, educación y cuidado mental a niños/as huérfanos/as y traumatizados/as, se le ha pedido mejora en la educación, atención y protección a las víctimas de género intrafamiliar, ya que los esfuerzos realizados por las autoridades no han sido suficientes, porque cada día esta tragedia social va en aumento.

La Ministra de la mujer, Alejandrina Guzmán pidió a la población la cooperación de la familia, la escuela y las iglesias a unirse en una gran cruzada. Esta dice`` hay que construir nuevos patrones de conductas que rompan las tradiciones, que los hombres y las mujeres son dos géneros iguales, con las mismas condiciones, deberes y derechos``. Considera que un aumento en la penalidad no acabará con las agresiones, pero que la falta de firmeza en las decisiones judiciales favorece la impunidad.

Estos son los Ciclos de la violencia física que traen como consecuencias los feminicidios.

   Primera fase: Esta se denomina fase de acumulación de tensión, porque el agresor va volviéndose cada vez más capaz de responder con más agresividad y encontrando motivos de enfado en cualquier situación.

Cualquier intento por parte de la mujer de solucionar los problemas o ver las causas,  esto es  en vanos; el hombre cada vez se distancia más de ella y se torna  más irritado.

   Segunda fase: Esta se denomina fase de explosión violenta. La violencia finalmente explota y da lugar a la agresión.

   Tercera fase: Esta se denomina fase de Luna de miel. En esta tercera fase, también denominada de arrepentimiento, el agresor pide disculpa a la víctima, le hace regalos y trata de demostrar que está arrepentido. Una vez que ha conseguido el perdón de su víctima, el agresor vuelve a sentirse seguro en la relación y a tomar el poder, y comienza de nuevo el ciclo. Esta fase de cambio se cree que el agresor modificará su comportamiento.

                           Algunas Causas

v  Desajustes mentales y emocionales en el hombre.

v  Educación machista.

v  Padecimientos de malos tratos durante la infancia.

v  Falta de habilidades sociales.

v  Celos.

v  Frustración.

v  Odio.

v  Amargura.

v  Desesperación.

v  Desilusión económica.

v  Repetición de patrones de comportamientos desconsiderados, producto de haber crecido en un ambiente donde la agresión a las mujeres es algo común.

v  Deterioro de relación de pareja.

De este modo, los hombres consideran legítimo imponer su autoridad sobre la mujer, ya que tiene muy arraigada la idea de jerarquía sexual y superioridad masculina. Esto les lleva a tratar a las mujeres como seres inferiores a los que se puede usar, despreciar e incluso maltratar. El machismo empuja a los hombres  a utilizar la fuerza y la agresividad. Ninguna mujer por el simple hecho de serlo, se merece ser maltratada.